Moviento Campesino
Para este momento la violencia en Colombia se generó como una maquinaria por parte del estado para reprimir la organización campesina que durante los últimos 16 años, tiempo que duro en el poder el partido liberal, había estado en la lucha por mejorar o buscar una forma agraria reformista. En la época del primer mandato de Alfonso López Pumarejo se empieza a ver una similitud en la forma de gobierno referente a la de los estados unidos de Franklin D. Roosevelt. “López Pumarejo fue el primero que centró el debate político alrededor de los temas laborales y sociales, y en este proceso desató la oposición de los líderes políticos y empresariales tradicionales”.[1] Quien denomino a la clase campesina y los problemas del país como: “esa vasta clase económica miserable, que no lee, que no escribe, que no se viste, que no se calza, que apenas come, que permanece… al margen de la vida nacional” [2] Una fuerte crítica de un política de la clase elitista del país y que simplemente, a pesar de su búsqueda de una nación digna, se identificaba más por el desarrollo de una forma liberal y de cambio para el país desde el punto de vista económico. Por otra parte, la lucha había creado cuerpos campesinos identificados en las llamadas Ligas y Sindicatos que tuvieron especial importancia en zonas donde los conflictos por la tierra fueron agudos, desde el año 30 como Caldas, Tolima y Cundinamarca”[3]
Viendo la posición campesina que en gran parte era desubicada y sin un norte preciso, se suma la protesta de los salarios en donde se quiere que guarden relación con respecto a las utilidades de amo. También consideran ellos hablar para tener derecho sobre las tierras, que no los llamen bandoleros, que los traten como hermanos, que exista la construcción de vías acompañado de un libre comercio y que la región sea gobernada por personas que habiten en ella.[4] Todo esto se da al momento en que el movimiento guerrillero llanero que se consolida por campesinos de la región, algunos curiosamente sin algún motivo que fundamente la lucha o conocimiento en armas. Logrando así tener un avance hacia un mundo independiente y propio en la medida que permanecieron propensos a mantener una unión con el partido liberal y sus dirigentes.
Pues esta lucha campesina era nada más que una guerra entre liberales y conservadores y viceversa que se fundamenta en una lucha de clases. Tomando como ejemplo tenemos los grupos de campesinos que se desarrollaron en los Llanos Orientales. Teniendo como eje principal al partido liberal quien lideró y estimuló varios movimientos armados que se generaron en esta región que luego poco tiempo después abandonaría a sus militantes, generando en la población campesina un malestar que llenaría de motivos para empezar confrontamientos donde se incentivaba el conflicto “la chusma y el ejército que posteriormente volcarían al ejército hacia la chusma, choque de clases que pasaría por encima del porvenir del llano”[5]. A este hecho varios hacendados reaccionaron frente a la situación que ponía en riesgo sus intereses, por lo que optan por abandonar a los campesinos quienes ya habían conformado grupos con gran capacidad de organización y llegarían a conformar comandos guerrilleros.
Sin mayor fuerza estos grupos campesinos no lograrían alguna transformación o acuerdo frente al Gobierno, respecto a las reformas agrarias o luchas sobre la tierra ya que, por su dependencia con el partido liberal, estos campesinos carecían de una educación basada en la tierra y reformas agrarias. Por lo que se ve una serie de peticiones al gobierno en donde el interés son puntos específicos en segundo plano como por ejemplo: “que suelten los presos, que pongan escuelas y granjas, que traigan píldoras de arroz, que se funden cajas agrarias…”[6]
En el gobierno de Mariano Ospina cuando se genera la política de la Unión Nacional, que tenía como objetivo el reagrupamiento de las clases dominantes, y que surge con el lema de “La revolución del orden”[7], se generó toda forma de opresión frente a movimientos autónomos populares. Dichas formas represivas se centraban en: “la anulación de la protesta urbana, los despidos masivos y la destrucción de las más activas agremiaciones sindicales”[8]
“Para 1947 uno de los hechos que generaría tensión en el ámbito político seria el llamado paro Nacional del 13 de mayo”[9]. También se realizarían las elecciones parlamentarias en donde Jorge Eliecer Gaitán tendría gran fuerza en su campaña electoral. Haciendo una crítica a lo realizado por los antiguos liberales, tildándolos de oligarcas, y proponiendo una nueva corriente liberal con el pueblo siguiéndolo con gran fervor. Algunos gaitanistas renuncian a participar del gobierno de la Unión Nacional, lo que generó la primera ruptura en este proceso. Por el contrario el sector oficial de los liberales acusó a Gaitán de demagogo y responsabilizándolo de la pérdida del poder liberal. En respuesta a la gran fuerza político que estaba generando Gaitán, los oficialistas tratan de aliarse con Ospina y seguir en marcha con la Unión Nacional que les permitiría frenar las aspiraciones de Gaitán para conseguir la presidencia de 1950. Pero al final Gaitán lograría quedarse con el puesto del máximo representante de los liberales, acreditándole la jefatura del partido, superando a Carlos Lleras Restrepo con la siguiente votación: “votos gaitanistas 448.848 contra 352.959 votos santistas logrando un total de 801.807 votos liberales contra 651.223 votos conservadores y 11.577 votos comunistas”[10].
Ospina relaciona su gobierno con el Cristianismo Social pronunciado por el papa León XIII en la encíclica Rerum Novarum que habla sobre las clases trabajadoras y menos favorecidas con la intención de crear sindicatos, el derecho a la propiedad privada y una discusión sobre las relaciones entre el gobierno, las empresas, los trabajadores y la iglesia. Esta política más allá de promover una iniciativa de mejora, cumplió una función más caritativa y paternalista. Esto Ospina lo complementa con la protección a la industria apuntando a una tecnificación de la agricultura lo que generaría un forcejeo entre los sectores comerciales e industriales. Para ello crea una política económica que con su implementación permitía tener “un cupo rígido de importaciones, arancel aduanero proteccionista y el fomento de producción de materias primas”[11] que permitiría impulsar el crecimiento agrícola del país y la incorporación de materias primas.
Entretanto la CTC vivía varios enfrentamientos internos que empezarían a debilitarla y poner en riesgo su permanencia. “La prensa, principalmente del sector oficial, a través de periódicos como: El Tiempo, El espectador y La Razón, empezaría a calificar el movimiento de ilegal apoyando las represivas del gobierno y considerando a Gaitán como el encargado de querer llevar al liberalismo al descalabro total. Por otra parte, la prensa conservadora en particular El Siglo tomo el hecho del paro del 13 de mayo como un hecho de conspiración por parte de Gaitán y el comunismo para lograr derrocar al presidente. Los Obispos por su parte piden la expulsión del sindicalista mexicano Vicente Lombardo Tolano. “Realizada la conferencia Episcopal de 1944, se condena al comunismo como el más duro oponente del cristianismo. A ello los jesuitas responden frente al comunismo y a la CTC con la formación del sindicalismo católico que alcanzó su clímax con la formación de una confederación católica la UTC en 1945”[12]. Ante esta situación los liberales se vieron preocupados ante la decisión de las directivas conservadoras y de los mismos obispos, de generar una cruzada anticomunista. López decía que esa oposición era a raíz de una disculpa de los obispos falangistas para eliminar el liberalismo y retornar a la política. De tal forma aprovecha para reclamar personería jurídica sobre la Unión de trabajadores de Colombia, UTC, recién creada pero que por esa época la ley prohibía el paralelismo sindical considerando que ya existía la CTC y que la UTC sería ilegal. Más adelante, para 1949 este hecho se solucionaría por parte de quien Ospina derogó el decreto que prohibía el paralelismo sindical y permitir la legalización de la UTC”[13]
Con varios enfrentamientos entre liberales y conservadores en varias regiones del país, la violencia empezaría a tomar fuerza en el año de 1948. “Boyacá y Santander empezarían varios enfrentamientos en donde ya no solo era entre individuos si no que se llegó a enfrentamientos entre poblaciones casi como una guerra civil”.[14] Por dichos enfrentamientos, al amparo de los alcaldes policías y guardas de aduanas parcializados se efectuaron varios atropellos. “No siendo ellos los únicos, la Iglesia con su gran poder sobre la población, incentivo la persecución hacia los liberales. En varias iglesias se veía el retrato de Laureano Gómez y la copia de su alocución respecto al fraude de las 1.800.000 cedulas, supuestamente falsas usadas para el poder liberal”[15] Tal hecho género que los liberales en un memorial hicieran énfasis al rechazo de la teoría de Laureano Gómez del fraude electoral liberal. Esta teoría fue señalada como “una forma de sectarismo político encaminada a instigar el odio entre los partidos”[16] Vale rescatar el papel importante de la prensa que la responsabiliza de agudizar la violencia. A diario se leía hechos que relataban los asesinatos y abusos de los seguidores de cada partido. Había siempre dos posiciones la liberal y la conservadora que sin importar los hechos cada partido reclamaba a sus víctimas, viendo así una situación en donde se perdía la cordura y se engrandecía el fanatismo político apoderándose de la nación.
Estas tensiones políticas llegarían a su máxima expresión hasta días previos a la conferencia panamericana organizada por Laureano Gómez y presidente de dicho comité con la intención de embellecer a la ciudad haciendo remodelaciones e infra estructuras que generarían gastos y aumento en la calidad de vida de los ciudadanos. “este efecto inflacionario llego a cifras alarmantes y alcanzo a elevarse hasta un 17,33% en un mes. En Bogotá hubo aumentos pronunciados en el precio del pan, la leche, la mantequilla, la carne, y todos los alimentos necesarios para la dieta diaria.”[17]
El 9 de abril de 1948 estallaría todo el caos con la muerte del jefe del partido liberal y caudillo del pueblo, como se le conocía, Jorge Eliecer Gaitán. Caos que se venía acumulando a raíz de los conflictos entre liberales y conservadores y las diferentes represivas contra las clases populares. “Como consecuencia de este hecho se crearon juntas revolucionarias en las provincias donde más se exalto el hecho del bogotazo. También se crearon gobiernos populares y milicias campesinas”.[18] Se empezaron a dar los desalojos y persecuciones a los campesinos, en especial los líderes y miembros de las Ligas, quienes empiezan a sufrir las acciones armadas de la policía y los civiles conservadores. “Fueron obligados a salir de sus regiones de trabajo mediante la persecución, la amenaza, el chantajeo que los obligo a vender sus mejoras a precios mínimos o a huir simplemente, sin recibir nada a cambio”[19]. Pero no solamente la problemática giró en torno a los hechos. También podemos ver la participación de algunos actores que hicieron parte del proceso de eliminación de los grupos campesinos armados y que en gran parte eran apoyados por el partido liberal. Dado así que “esta insurrección también fue aplastada militarmente con la ayuda de antigaitanistas burgueses y terratenientes del partido conservador, considerando actuar bajo la idea de que la única manera de estabilizar el sistema era la represión estatal a “sangre y fuego”, alineando al campesino con el apoyo de la iglesia entorno a la anticomunista Federación Agraria Nacional (FENAL).”[20]
Por otro lado salió a la luz la gran rivalidad entre el clericalismo y anticlericalismo, cuando se corrió el rumor que “habían sacerdotes disparando desde las iglesias. Con el Bogotazo los obispos se convencieron de que el comunismo se había anclado en Colombia y procedieron a una reorganización parroquia. Como acción Democrática en Venezuela, el liberalismo en Colombia era considerado un partido procomunista por los clericales intransigentes”[21] La ciudad entro en un desorden social en donde las casas, tranvías y algunas calles ardían al ritmo de la ira del pueblo y los gaitanistas. Algunas personas tomaron el cuerpo del asesino y lo arrastraron por toda la calle séptima. En cambio la casa de Laureano Gómez, quien partió para España después de los hechos ocurridos, fue incendiada al igual que algunas viviendas de representantes del partido conservador. El famoso tranvía llegaría a su fin y desaparecería para quedar simplemente en la historia de la ciudad.
“Mientras tanto el Presidente Ospina permaneció en el palacio en completo silencio y valeroso. Se negó a la propuesta de Laureano Gómez de constituir una junta militar y permaneció firme frente a las peticiones de algunos liberales que exigían su renuncia. El si era necesario moriría en su puesto de presidente”[22] De tal manera que para poder calmar la situación, Ospina recure a su espíritu conciliador y calmar toda la furia del movimiento popular proponiendo llamar a los liberales para que gobernaran a su lado. Pero, evidentemente, los liberales al ver que Ospina no renunciaría no tendrían más alternativa que: colaborar con el gobierno de la Unión Nacional o apoyar un movimiento popular y revolucionario.
A este hecho, en que Bogotá era un caos y existía el temor de una nueva reacción popular frente a lo sucedido con Gaitán, los políticos de los dos partidos consideraron pertinente congelar momentáneamente el conflicto interpartidista y concentrarse en buscar medidas que pudieran controlar a la población y proteger su estatus social y económico. En este caso el ministro de Gobierno Darío Echandia mostro gran interés por la defensa a la política de Unión Nacional. “convirtiéndose junto a Ospina, en 1948, en un verdadero vocero de la búsqueda de la paz para un país atormentado por la violencia”[23] En consecuencia se crearon los “gobiernos cruzados”[24] que eran un mecanismo de gobierno en donde, si se nombraba un gobernador conservador, su secretario debía ser liberal y viceversa. Y después de un enfrentamiento con Laureano Gómez “el 3 de noviembre públicamente anunció su determinación irrevocable de establecer los gobiernos cruzados en todo el país”[25]La crítica no se hizo esperar por parte de Laureano Gómez quien a través de El Siglo haría referencia a la inconformidad con el gobierno de Ospina Pérez. De tal forma que en su artículo dio a entender que era necesario realizar un golpe contra el presidente.
En este periodo, al que se le puede llamar el periodo de la violencia, fue un factor dominante el terrorismo oficial. En donde los aparatos represivos, del estado conservador, estaban representados por la policía chulativa generando terror en las poblaciones donde el movimiento campesino empezaba a formar un bloque revolucionario y también donde la abundancia de seguidores gaitanistas era numerosa. Adicionalmente esta represión era complementada con grupos paramilitares como: “Los Pájaros (valle y caldas), Los aplanchadores (Antioquia) y los Penca Ancha (sabanas de sucre, Costa Atlántica)”[26] en donde el número de muertos se calcula en miles, generando en la población una gran cantidad de despojo de tierras a causa de los desalojos o asesinatos.
[1] Bushnell, David, Una nación a pesar de si misma. Pág 254
[2] Bushnell, David, Una nación a pesar de si misma. Pág 255
[3] Tovar, Hermes; El movimiento Campesino en Colombia; Pág. 90
[4] Tovar, Hermes; El movimiento Campesino en Colombia; Pág. 93
[5] Tovar, Hermes; El movimiento Campesino en Colombia; Pág. 90
[6] Tovar, Hermes; El movimiento Campesino en Colombia; Pág. 92
[7] Meertens, Donny; Ensayos sobre tierra, violencia y género, Pág. 136
[8] Meertens, Donny; Ensayos sobre tierra, violencia y género, Pág. 137
[9]NHC V.2, Capitulo 1,Pág 15
[10] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 14
[11] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 13
[12] Abel, Christopher; Política, iglesia y partidos en Colombia, Pág. 199
[13] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 16
[14] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 19
[15] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 19
[16] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 20
[17] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 21
[18] Meertens, Donny; Ensayos sobre tierra, violencia y género, Pág. 137
[19] Tovar, Hermes; El movimiento Campesino en Colombia; Pág. 96
[20] Meertens, Donny; Ensayos sobre tierra, violencia y género, Pág. 137
[21] Abel, Christopher; Política, iglesia y partidos en Colombia, Pág. 200
[22] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 22
[23] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 23
[24] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 24
[25] NHC V.2, Capitulo 1,Pág 25
[26] Meertens, Donny; Ensayos sobre tierra, violencia y género, Pág. 138