El impulso Liberal y un sueño cultural
Hacia 1940 el Gobierno del entonces presidente Eduardo Santos, empezaría a darle vital importancia a lo que sería el medio de comunicación más relevante del país. Inaugurada en el año de 1940, la Radiodifusora Nacional se convertiría en el eje principal de la cultura popular y la educación nacional.
Con antecedentes muy importantes, La radiodifusora nacional se convirtió en el medio de comunicación militar y político desde el entonces conflicto colombo-peruano hasta el momento en que el ministro de educación en 1935, López de Mesa, diera la posibilidad de convertir a la radio en la emisora cultural del país. Con ello se dieron varios roces con quienes querían hacer de la radio algo netamente comercial y, que en algunos casos, estaban usando de forma “inmoral” este medio de comunicación con transmisiones que contenían “basura verbal”. Estas emisoras que empezarían a funcionar desde 1930, para 1938 ya existirían una docena de tipo comercial. Entre las más reconocidas encontramos: La voz de la Víctor, Colombia Broadcasting La voz de Colombia y escos del Tequendama. Para ello López de Mesa puntualizaba en que la radio debía ser un “servicio de estado”, que en cada estación privada, por ley, se estableciera un espacio cultural y le pidió al congreso una pronta legislación de la Radio y el Cine.
En el Gobierno siguiente el entonces ministro de Educación Darío Echandía, miembro del partido liberal, ministro de gobierno en la presidencia de Alfonso López Pumarejo en 1934, luego ministro de Educación y relaciones exteriores bajo el ideal de la Revolución en Marcha, seguiría con la política de preservar la cultura y fomentarla a través de la radio; tanto así que propuso a la radio como el instrumento para establecer en el país, por primera vez, algo que revolucionaría, en todo sentido, la alfabetización: “Crear una autentica universidad popular a cuya enseñanza se acoja la totalidad de la población colombiana”. Esto le permitiría empezar a seguir ese marco que se trazó anteriormente y que el gobierno liberal iba tejiendo en donde se incluía el espíritu nacionalista, vincular las regiones, el servicio a la industria y a la agricultura, información de movimiento de precios, educación a la mujer y el niño, al estudiante, del maestro y del campesino; lo que se convertiría en la universidad del aire.
Posterior a este proceso, llegaría la inauguración en el año de 1940 con toda la indumentaria necesaria para ser una radio de calidad. A partir de ahí y hasta 1948, la radiodifusora nacional tendría su “Época Dorada” desde la parte de su influencia social como la materialización del programa cultural liberal que se venía llevando desde finales de los años 20, nuevas visiones para entender la relación entre calidad y divulgación popular, y una radio de carácter oficial, autonomía de sus creadores intelectuales con la intención de informar una política veraz. Definiendo así a la radiodifusora nacional como “una institución pura y ampliamente nacional.
En el año de 1943 después de efectuarse más de 10.000 horas, Radio nacional había diversificado sus temas incluyendo ida cotidiana, en donde se enseñaba un poco de civismo y legislación nacional básica. De igual manera se daba mucha información nacional e internacional en donde dicha información surgía de la Associated Press y tal cual como en la prensa escrita se editorializaba. Finalmente se realizaban amplias crónicas sobre el curso de la Segunda Guerra Mundial.
El año siguiente los avances serian notorios respecto a la programación ya que se contaba con una mejora técnica que permitía el cubrimiento de todo el territorio nacional. La correspondencia era de todo el país en abundante cantidad a la respuesta de la frecuencia nacional. La incorporación de estilos como el periodismo radial, las conferencias y la entrevista, que la Segunda guerra los convirtió en verdaderos géneros, permitieron la llegada de figuras importantes de la cultura que por ese momento llegaban a Bogotá.
Por otro lado el ministerio de correos y telégrafos estaba registrando para 1944, 71 estaciones de radio. Esto llevo a que se generara un novedoso fenómeno; transmitir programas realizados por agencias de publicidad y departamentos de mercadeo de grandes compañías. Todo esto a través de cadenas pasajeras formadas por emisoras de diferentes ciudades y propietarios, dependiendo del interés ya sea regional, local o de entidad o propietario. Un breve ejemplo de ello lo podemos ver el 28 de febrero 1945 en donde la cadena de la suerte presenta al país el sorteo de la lotería Extraordinaria de Girardot. También incluía atracciones concursos y premios. Las emisoras participantes fueron: La voz de Colombia, La voz de Bogotá y radio Girardot. Todo generado desde el radio-teatro de la voz de Bogotá.
En 1946 se retomaba el tema sobre la difusión y posición frente a la información que la radiodifusora nacional brindaba a los colombianos. En un momento de fervor político se recordaba que la Radiodifusora era un medio de comunicación entre el pueblo y el gobierno, lo cual le permitía pensar a algunos políticos en generar la propaganda del partido de su preferencia, a lo que en este caso se volvía a fijar la posición de parcialidad de la radiodifusora recordando que las alocuciones presidenciales y demás información de carácter político no eran realizadas con el fin propagandístico de un determinado régimen, sino al contrario poner un criterio de simple información. Lo que le permitía a la Radio Nacional, según sus directores, disponer de este prestigio de imparcialidad que la vincula a los más altos intereses nacionales.
Para el caso específico de este momento de la historia, la Radio Nacional brindo toda la información necesaria respecto a las elecciones presidenciales y la divulgación de las normas electorales.
Dados los casos comerciales y las experiencias que tuvieron las emisoras entre sí, se generó la iniciativa, en dos hombres, de crear uniones permanentes entre las emisoras. Estos dos hombres, William Gil Sánchez y Enrique Ramírez Gaviria, llegarían a consolidar dos de las más grandes e importantes cadenas privadas en Colombia. Después del trágico momento histórico que vivió Bogotá y el país, el 9 de abril de 1948, el Gobierno Nacional tomó fuertes medidas reguladoras respecto a las diferentes radiodifusoras que generaron el caos en la ciudad, emisoras que “echaron leña al fuego” con noticias y comentarios propagandísticos de ambos bandos. Es después de este momento que William Gil y Enrique Ramírez le dan inicio a Cadena Radial Colombiana (CARACOL) y Radio Cadena Nacional (RCN).